sábado, 20 de diciembre de 2014

FRAGMENTOS TRAICIONADOS XXV: LA FÁBULA DE LOS CIEGOS

LA FÁBULA DE LOS CIEGOS


Durante los primeros años del hospital de ciegos, como se sabe, todos los internos detentaban los mismos derechos y sus pequeñas cuestiones se resolvían por mayoría simple, sacándolas a votación. Con el sentido del tacto sabían distinguir las monedas de cobre y las de plata, y nunca se dio el caso de que ninguno de ellos confundiese el vino de Mosela con el de Borgoña. Tenían el olfato mucho más sensible que el de sus vecinos videntes. Acerca de los cuatro sentidos consiguieron establecer brillantes razonamientos, es decir que sabían de ellos cuanto hay que saber, y de esta manera vivían tranquilos y felices en la medida en que tal cosa sea posible para unos ciegos.

Por desgracia sucedió entonces que uno de sus maestros manifestó la pretensión de saber algo concreto acerca del sentido de la vista. Pronunció discursos, agitó cuanto pudo, ganó seguidores y por último consiguió hacerse nombrar principal del gremio de los ciegos. Sentaba cátedra sobre el mundo de los colores, y desde entonces todo empezó a salir mal.

Este primer dictador de los ciegos empezó por crear un círculo restringido de consejeros, mediante lo cual se adueñó de todas las limosnas. A partir de entonces nadie pudo oponérsele, y sentenció que la indumentaria de todos los ciegos era blanca. Ellos lo creyeron y hablaban mucho de sus hermosas ropas blancas, aunque ninguno de ellos las llevaba de tal color. De modo que el mundo se burlaba de ellos, por lo que se quejaron al dictador. Éste los recibió de muy mal talante, los trató de innovadores, de libertinos y de rebeldes que adoptaban las necias opiniones de las gentes que tenían vista. Eran rebeldes porque, caso inaudito, se atrevían a dudar de la infalibilidad de su jefe. Esta cuestión suscitó la aparición de dos partidos.

Para sosegar los ánimos, el sumo príncipe de los ciegos lanzó un nuevo edicto, que declaraba que la vestimenta de los ciegos era roja. Pero esto tampoco resultó cierto; ningún ciego llevaba prendas de color rojo. Las mofas arreciaron y la comunidad de los ciegos estaba cada vez más quejosa. El jefe montó en cólera, y los demás también. La batalla duró largo tiempo y no hubo paz hasta que los ciegos tomaron la decisión de suspender provisionalmente todo juicio acerca de los colores.

Un sordo que leyó este cuento admitió que el error de los ciegos había consistido en atreverse a opinar sobre colores. Por su parte, sin embargo, siguió firmemente convencido de que los sordos eran las únicas personas autorizadas a opinar en materia de música.

Hermann Hesse

ACTIVIDADES:

  1. Busca información sobre la vida y la obra del autor. 
  2. Lee la siguiente cita que Hesse digo sobre sí mismo: "No puedo adjudicarme el título de sabio. He sido un hombre que busca, y aún lo sigo siendo; pero ya no busco en las estrellas y en los libros, sino que comienzo a escuchar las enseñanzas que me comunica mi sangre. Mi historia no es agradable, no es dulce y armoniosa como las historias inventadas. Tiene un sabor a disparate y a confusión, a locura y a sueño, como la vida de todos los hombres que ya no quieren seguir engañándose a sí mismos." ¿Qué rasgos de su personalidad destacarías de ella? Completa tu respuesta con los datos de la pregunta 1.
  3. Todas las fábulas, tienen una moraleja, ¿cuál es en esta ocasión?
  4. ¿Sobre qué podemos estar ciegos? Haz una lista de al menos 5 posibilidades y explica por qué.
  5. ¿Sobre qué podemos estar sordos? Haz una lista de al menos 5 posibilidades y explica por qué.
  6. Inventa LA FÁBULA DE LOS SORDOS. Siguiendo literalmente el esquema de Hesse.

lunes, 1 de diciembre de 2014

FRAGMENTOS TRAICIONADOS XXIV: MONSTRUOS (de Marta Martínez)



MONSTRUOS

 


No les pasa Nada. 

Nunca. 

Sus días comienzan de noche en la tienda de la esquina. 

Allí se unen al tercer batallón de recolectores de pan-hace-un-rato-congelado, el que no sabe a Nada. 

Llegan a casa, se hacen un bocadillo y cenan rápido para tener más tiempo para Nada. 

Reciben mensajes que no dicen Nada y que Nada les hacen sentir. 

Duermen y no sueñan Nada.

Al día siguiente la Nada se repite. 

Al otro, también. 

A todos. 

Siempre. 

Nada. 

Podría ser diferente pero la Nada es exigente 

y qué pereza.


Marta Martínez 



ACTIVIDADES

  1. Visita http://www.cerodeinteres.com y busca información en esa página sobre la autora. Destaca al menos 5 rasgos de su personalidad (desde la pestaña SOY) que te llamen la atención y explica tu elección.
  2. Bucea en dicha página y nombra tres aspectos que te hayan llamado la atención de lo que allí has visto y leído.  
  3. Busca en twitter su cuenta y busca algún tweets que te haya gustado. Explica tu elección.
  4. Si visitas el poema elegido en su página (http://www.cerodeinteres.com/letras/monstruos/), comprobarás que existe mucho espacio en blanco entre los versos, ¿a qué crees que se debe dicha licencia por parte de la autora?, ¿tiene algo que ver con el contenido del poema?
  5. En esa misma pestaña aparece una fotografía. Descríbela. ¿Crees qué guarda alguna relación con el poema? Razona tu respuesta.
  6. ¿Qué papel metafórico juega el pan en el poema? 
  7. ¿Qué quiere decir que esos Monstruos Duermen y no sueñan Nada?
  8. ¿Quiénes pueden ser esos MONSTRUOS a los que se refiere el poema? (Elige uno o varios de los versos que lo identifiquen adecuadamente para ti y pon ejemplos arquetípicos de ellos.)
  9. ¿Qué tipos de mensajes son esos que "no dicen Nada y que Nada les hacen sentir"? Pon 5 ejemplos y quiénes serían los destinatarios o los que los envían.
  10. ¿Por qué crees que la Nada es exigente?

jueves, 10 de abril de 2014

FRAGMENTOS TRAICIONADOS XXIII: LA OVEJA NEGRA

Erase un país donde todos eran ladrones.

Por la noche cada uno de los habitantes salía con una ganzúa y una linterna sorda, para ir a saquear la casa del vecino. Al regresar, al alba, encontraba su casa desvalijada. Y todos vivían en concordia y sin daño, porque uno robaba al otro y éste a otro y así sucesivamente, hasta llegar al último que robaba al primero.

En aquel país el comercio sólo se practicaba en forma de embrollo, tanto de parte del que vendía como del que compraba. El gobierno era una asociación creada para delinquir en perjuicio de los súbditos, y por su lado los súbditos sólo pensaban en defraudar al gobierno.

La vida transcurría sin tropiezos, y no había ni ricos ni pobres.

Pero he aquí que, no se sabe cómo, apareció en el país un hombre honrado. Por la noche, en lugar de salir con la bolsa y la linterna, se quedaba en casa fumando y leyendo novelas. Llegaban los ladrones, veían la luz encendida y no subían.

Esto duró un tiempo; después hubo que darle a entender que si él quería vivir sin hacer nada, no era una buena razón para no dejar hacer a los demás. Cada noche que pasaba en casa era una familia que no comía al día siguiente.

Frente a estas razones el hombre honrado no podía oponerse.

También él empezó a salir por la noche para regresar al alba, pero no iba a robar. Era honrado, no había nada que hacer.

Iba hasta el puente y se quedaba mirando pasar el agua. Volvía a casa y la encontraba saqueada. En menos de una semana el hombre honrado se encontró sin un céntimo, sin tener qué comer, con la casa vacía. Pero hasta ahí no había nada que decir, porque era culpa suya; lo malo era que de ese modo suyo de proceder nacía un gran desorden. Porque él se dejaba robar todo y entre tanto no robaba a nadie; de modo que había siempre alguien que al regresar al alba encontraba su casa intacta: la casa que él hubiera debido desvalijar.

El hecho es que al cabo de un tiempo los que no eran robados llegaron a ser más ricos que los otros y no quisieron seguir robando. Y por otro lado, los que iban a robar a la casa del hombre honrado la encontraban siempre vacía; de modo que se volvían pobres.

Entre tanto los que se habían vuelto ricos se acostumbraron a ir también al puente por la noche, a ver correr el agua. Esto aumentó la confusión, porque hubo muchos otros que se hicieron ricos y muchos otros que se volvieron pobres. Pero los ricos vieron que yendo de noche al puente, al cabo de un tiempo se volverían pobres.

Y pensaron: "Paguemos a los pobres para que vayan a robar por nuestra cuenta". Se firmaron contratos, se establecieron los salarios, los porcentajes: naturalmente siempre eran ladrones y trataban de engañarse unos a otros. Pero como suele suceder, los ricos se hacían cada vez más ricos y los pobres cada vez más pobres.

Había ricos tan ricos que ya no tenían necesidad de robar o de hacer robar para seguir siendo ricos. Pero si dejaban de robar se volvían pobres porque los pobres les robaban.

Entonces pagaron a los más pobres de los pobres para defender de los otros pobres sus propias casa, y así fue como instituyeron la policía y construyeron las cárceles.

De esa manera, pocos años después del advenimiento del hombre honrado, ya no se hablaba más de robar o de ser robados sino sólo de ricos o de pobres; y sin embargo todos seguían siendo ladrones.

Honrado sólo había habido aquel fulano, y no tardó en morirse de hambre.

Por Italo Calvino


ACTIVIDADES:

  1. Busca información relevante sobre ITALO CALVINO, ¿en qué obra publicó este cuento?
  2.  Explica con tus palabras lo que ocurre en el cuento. ¿Quién y cómo sacan provecho de la aparición del hombre honrado?
  3. Desde un punto de vista económico, ¿qué papel juega la aparición del hombre honrado? 
  4. Desde un punto de vista ético, ¿qué te parece la acción del hombre honrado?
  5. Ensaya una posible moraleja para el cuento. Fundamenta después tu posición.
  6. Inventa una posible historia de un país en el que todos fueran honrados y apareciera un ladrón.

lunes, 3 de marzo de 2014

FRAGMENTOS TRAICIONADOS XXII: EL TIEMPO


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TIEMPO

Hete aquí que he creado un mundo, sí, un orbe completo, y autónomo, poblado por un sinfín de seres diminutos a los que he cortado los hilos. Y ahora, al observarlos, moviéndose como si siguieran una lógica secreta entre las callejas de sus ciudades y en sus edificios y en sus miniados parques y avenidas, me pregunto por qué siguen ese orden concreto. Por qué se empeñan en mantener esas insignificantes pautas en el entramado que tejen cada día con pormenorizado tesón. Pero míralos. Ahí están. Hoy compran pan y leche, mañana confabulan. Hoy, mañana, antes, después, ¿qué es todo eso? El pequeño tipo de aquí aspira a un ascenso en su trabajo, aquel de allá solo piensa en conseguir la ropa interior de la hija de su vecino, y la joven chica sueña con conocer a alguien con quien quizá ya se ha cruzado, una, seis, mil veces. Y sí, yo me pregunto: ¿Por qué no lo desordenan todo? ¿Por qué no lo vuelan por los aires, y hacen lo que quieren hacer de una condena vez sin perderse en la cadena de pequeñas acciones para mí inescrutables? He creado un mundo, fui yo, lo admito. Y como no tenía otra cosa a mano, lo hice con ese modesto tiempo lineal de andar por casa que, tengo que reconocerlo, ni siquiera yo comprendo.

Juan Jacinto Muñoz Regal, El libro 
de los pequeños milagros
Páginas de Espuma, 
Madrid, 2013 
 (páginas 96-97)

  1. ¿Quién ha creado el mundo que se describe?, ¿tiene alguna responsabilidad sobre ellos? Razona tu respuesta y utiliza fragmentos del texto para fundamentarlas.
  2. ¿Qué sentido tiene la expresión "cortar los hilos" en el microrrelato?, ¿existe la libertad en este mundo? Razona tu respuesta.
  3. Explica la siguiente frase: "Hoy compran pan y leche, mañana confabulan".
  4. ¿Qué es el tiempo lineal?, ¿qué papel juega en el microrrelato esta concepción del tiempo?
  5. Busca información sobre otra concepción del tiempo en Nietzsche: El Eterno Retorno. ¿Cuáles son las diferencias entre ambas concepciones?, ¿cuál te parece más interesante para vivir? Explica tu posición, con ejemplos.